Estas palabras quiero dedicárselas a una de las personas que mas ha trabajado para que las personas dependientes mejoren su situación y por ello dirige como Diputado el Area de Asuntos Sociales y Personas Dependientes de la Diputación Provincial de Sevilla: FRANCISCO ZURITA, Un beso amigo mío...
Lejos queda el tiempo donde la respuesta a las situaciones de desigualdad social dependía solamente de la beneficencia y de la buena voluntad, donde la respuesta cubría levemente las consecuencias y no atendía a sus causas.
Desde la aprobación de la Constitución Española (1978), la respuesta comenzó a articularse como compromiso de los poderes públicos, promoviendo condiciones necesarias que dieran garantías y asegurasen una digna calidad de vida de todos los ciudadanos, creando así el Sistema Público de Servicios Sociales como soporte básico.
Siguiendo esta línea de Política Social y garantizando el principio de la proximidad, el Estatuto de Autonomía de Andalucía (1988) avanza en el progreso alcanzado, asumiendo competencias exclusivas en esta materia, garantizando así sus prestaciones básicas.
El gran salto lo vivimos en 2006, con la aprobación de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, entendiendo estas prestaciones como derechos exigibles legalmente y provocando un cambio en el concepto del Estado de Bienestar Social, para muchos concebido como gasto, pasa a convertirse en inversión social la creación de empleo, sobre todo de pequeñas cooperativas de mujeres encargadas de ofrecer calidad de vida a mayores y personas con discapacidad, y al mismo tiempo, apoyando a las personas cuidadoras con sus cotizaciones a la Seguridad Social.
Cuando las oportunidades en la sociedad no son las mismas, trabajar en políticas sociales que garanticen el derecho a la promoción y aseguren la dignidad de los ciudadanos, se convierte en nuestro compromiso.
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